Técnicas Test

écnicas test basadas en probabilidad de acertar

Leer las bases del concurso

Lo primero que tienes que hacer es leer bien las bases del examen, buscando en particular la siguiente información:
  • Si las preguntas pueden tener más de una respuesta correcta, y en este caso hay que marcar todas las respuestas correctas.
  • Cuántos puntos vale cada pregunta, cuál es la máxima puntuación posible, y qué puntuación es necesaria para aprobar.
  • Cuántos puntos te quitan por cada respuesta incorrecta, o si a contrario no hay penalización
  • Si las preguntas no respondidas cuentan como incorrectas.
  • Cuánto tiempo tienes para el examen.

Responde primero las preguntas seguras
Cuando empieza el examen, lo primero es responder a todas las preguntas que sabes la respuesta segura, saltando aquellas donde tienes dudas sobre la respuesta, o que requieren tiempo para calcular o discernir la respuesta. De las preguntas que saltas, marca aquellas que crees que podrías responder correctamente pero necesitan más tiempo. La idea es obtener rápidamente todos los puntos “fáciles” nada más empezar, y dejar el máximo tiempo posible para las preguntas más difíciles. Si respondes a todas las preguntas en orden, el riesgo es que dediques demasiados minutos a preguntas complicadas, y se te acabe el tiempo y dejes preguntas fáciles sin responder.
Continúa con las preguntas más difíciles, pero que sepas responder
Tras responder a todas las preguntas fáciles, vuelve al principio y empieza a contestar a las preguntas que has marcado cómo “probablemente puedo responder bien.” Cuando las estés resolviendo, sólo responde si tras dedicarles el tiempo necesario tienes confianza en poder responder correctamente. En cuanto veas que una pregunta te está dando problemas sáltala de nuevo. Tras el segundo paso habrás ya respondido a todas las preguntas que sabes, y las que te quedan ya son preguntas sobre las que tienes dudas, o que directamente no tienes ni idea. Ahora tienes que hacer dos cosas. Primero, mirar el reloj para ver cuánto tiempo te queda, y después calcular cuántos puntos has sumado.
Decidir si responder o no las preguntas de las que no estás seguro
Si se penalizan las respuestas incorrectas, pero las preguntas no respondidas ni suman ni quitan puntos: En este caso, sólo quieres responder si la probabilidad de acertar es tanta para que en promedio los puntos de los aciertos superen las penalizaciones. Ten en cuenta que en cualquier pregunta la probabilidad de adivinar la respuesta correctamente es 1 sobre el número de respuestas entre las que tienes que elegir. Sin embargo, si puedes descartar una o más de las opciones porque sabes que están incorrectas, la probabilidad de acertar sube. Depende de cada examen pero, en general, si se dan las siguientes condiciones tienes buenas probabilidades de subir puntos adivinando preguntas: La penalización por un error es un tercio o menos de lo que ganas con un acierto. En cada pregunta donde vas a adivinar, puedes descartar suficientes opciones (porque sabes que están equivocadas) para que sólo tengas que elegir entre 2 ó 3 opciones. Vas a adivinar la respuesta de por lo menos 4 preguntas. Por ejemplo, si un acierto vale 1 punto, un error supone restar 0,25 puntos, vas a adivinar la respuesta en 4 preguntas, y en cada una de ellas puedes descartar opciones de modo que sólo estás dudando entre 3 posibles respuestas, tendrías las siguientes probabilidades: 19,8% de equivocarte en todas y perder 1 punto 39,5% de acertar 1, equivocarte en 3 y ganar 0,25 puntos 29,6% de acertar 2, equivocarte en 2 y ganar 1,5 puntos 9,9% de acertar 3, equivocarte en 1 y ganar 2,75 puntos 1,2% de acertar las 4 preguntas y ganar 4 puntos Como puedes ver, lo más probable sería mejorar tu nota, pero no es sin riesgo. En este ejemplo tendrías una probabilidad de 20% (es decir, 1 de 5 veces) de perder 1 punto.

Lee detenidamente cada pregunta antes de responderla: Se pierden muchos puntos por leer mal la pregunta, y es un error fácilmente evitable. Una simple coma o un adverbio pueden cambiar todo el sentido a una frase. Muchas veces el exceso de confianza o la rapidez con la que leemos algo hace que supongamos cosas que no están escritas. Si queremos evitar este error, hay que leer y releer la pregunta antes de decidir qué respuesta seleccionar.

Intenta responder sin mirar las opciones: Si miras las opciones sin hacer el esfuerzo que supone pensar o calcular la respuesta correcta, es más fácil que te equivoques al ver una opción que a primera vista parece razonable, pero que no es la correcta.

Lee todas las opciones: Si te paras en cuanto ves una opción que te parece correcta, es posible que no llegues a ver otra opción que es parecida pero diferente, y mejor que la primera.

Dificultad por ejercicio

Durante la revisión podrás ver la dificultad estimada de cada pregunta en base a parámetros objetivos.

  • Cuestiona opciones que no encajan gramáticamente con la pregunta. Para respuestas no numéricas, asegura que la respuesta que te parece correcta concuerda en número y genero con la pregunta. O, si no sabes cuál es la respuesta correcta, a veces puedes descartar algunas opciones utilizando esta técnica.
  • Cuestiona opciones que no te suenan para nada.
  • Cuestiona opciones que contienen palabras negativas o absolutas. Muchas veces la respuesta es otra opción parecida y no absoluta. Por ejemplo, si dos opciones son “siempre” y “frecuentemente”, no elijas uno de los dos sin pensar bien la razón por la que la otra está equivocada.
  • Compara dos respuestas que parecen correctas. Si dos opciones parecen correctas, compáralas para encontrar las diferencias, y vuelve a leer la pregunta para determinar cuál es la mejor respuesta.
  • Considera “Todas las anteriores”. Si dos de tres respuestas te parecen correctas tras releer la pregunta y existe la opción “Todas las anteriores”, hay una buena probabilidad de que sea la respuesta correcta
  • Despeja la incógnita. Para ecuaciones matemáticas donde se trata de despejar una incógnita, puedes reemplazar la incógnita con el valor de cada opción, y ver directamente si resuelve la ecuación o no. Por ejemplo, si se trata de despejar x en la ecuación, 9x2 - 8x + 9 = 15, te puede resultar más fácil o más rápido probar cada opción en vez de despejar la ecuación.
  • Asegura que la respuesta que eliges es siempre correcta. Recuerda que la mejor respuesta debe ser cierta siempre, en todos los casos, y sin excepción. Si crees que una respuesta es la “más” correcta, pero hay una excepción, probablemente la respuesta correcta es otra.
  • Cuestiona los extremos: En preguntas con respuestas numéricas, considera el valor más alto y el valor más bajo por último, tras considerar los valores intermedios.
  • Confía en tu primer instinto: Si hay dos respuestas que te parecen que podrían ser correctas y te decantas por una de ellas, no vuelvas más tarde a cambiar tu respuesta por la otra.
  • Estudios demuestran que tu primera impresión es correcta con más frecuencia.
  • Favorece las opciones más largas: La persona que escribe el test quiere que la respuesta sea totalmente correcta, y puede que haya añadido más detalle para lograrlo, haciendo que sea más larga que las demás opciones.
  • Evita respuestas con errores tipográficos: Al elaborar el examen el profesor normalmente dedica más tiempo a crear la respuesta correcta, y la vuelve a leer más veces antes de publicar el test que las repuestas incorrectas. Así que si hay un error ortográfico, es más probable que esa respuesta sea incorrecta.